Vinos de garaje en botellas de vidrio originales.
¿Qué son los vinos de garaje? Se trata de auténticos vinos de autor, producidos por microbodegas. Se elaboran de forma tradicional, en un proceso en el que se pone el acento más en la calidad que en la cantidad. De hecho, su producción suele ser muy pequeña, menos de 1.000 botellas al año. Por tanto, se trata de productos muy exclusivos y preparados con mucho mimo. Un cariño que también se refleja en sus envases de diseño. Os mostramos algunos de los vinos de garaje que más nos gustan.
“Garajistas” enológicos y artísticos
El Proyecto Cru Garaje se basa en que el vino se dé la mano con el arte y la literatura. La idea es de la familia Torres. Víctor, el padre, es el bodeguero; Leonardo, su hijo, hace el diseño de las etiquetas. Bajo estas líneas está el trabajo que este diseñador llevó a cabo junto a otros artistas. Se trata de una colección de grabados hechos artesanalmente. Se recortaron ocho placas de zinc con el contorno de la etiqueta de la bodega. Después, cada uno de los creadores presentó dos ideas, para tinto y blanco. Las cinco mejores fueron elegidas para adornar estas referencias. Unas etiquetas artísticas que no pasan desapercibidas.
Donde ponen el coche, ponen la barrica
Las etiquetas de Bodegas Pigar son bien distintas, pero igual de “arties”. En ellas se mancha el fondo blanco con llamativos trazos de acuarela en verde o en color vino tinto. Así se presentan las botellas de bobal, chardonnay y syrah.
Por otro lado tenemos el caso de Garagewine, de Toledo & Ajenjo. El de la foto es de la variedad brujidero. Declarado Mejor Vino de España en 2017 por la revista Restauradores. Dicha uva únicamente se da en algunas zonas de La Mancha y la Comunidad Valenciana. Estas cepas se cultivaron mediante viticultura natural y lógica. Y otra de sus caraterísticas es esta etiqueta de rasgos steampunk. Es muy difícil dar con estas botellas, pues sólo se produjeron 408.
El colorido se impone en buena parte de las bodegas valencianas, como en Fil·loxera & Cia, cuyas etiquetas son muy llamativas, a todo color. Transmiten pasión por el vino y los viñedos, y también por el tipismo de la zona.